POR QUÉ NO SOY CRISTIANO: BERTRAND RUSSELL SOBRE CIENCIA Y RELIGIÓN

Por Sylvia Nickerson

El filósofo, logista y activista por la paz Bertrand Russell vivió durante casi un siglo, y su vida se extendió desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX. Se crió en Gran Bretaña en el apogeo de su imperio y vivió gran parte de los principales disturbios del siglo XX, incluidas dos guerras mundiales europeas, el surgimiento del comunismo, la emancipación de la mujer, el aumento del imperialismo de los Estados Unidos y la guerra fría. A la edad de 40 años Russell estaba profundamente implicado en los movimientos políticos. Los logros de Russell en la filosofía y la lógica le habían dado un significado más profundo a sus opiniones sobre temas políticos más amplios y contemporáneos. Muchas de estas opiniones se referían tanto a la ciencia como a la religión. Aunque Russell abandonó su fe cristiana en la infancia, continuó escribiendo sobre religión y cuestiones morales, éticas y científicas en libros y ensayos como Mysticism and Logic (1917), “Why I am not a Christian” (1927), The Scientific Outlook (1931) y Religion and Science (1935). Los medios de comunicación, incluyendo muchos periódicos británicos y programas de radio y televisión de la BBC, buscaron la perspectiva de Russell en muchos temas, incluidos los de ciencia y religión.

Nicholas Griffin, profesor de filosofía en la Universidad McMaster de Hamilton, Ontario (Canadá), ha dedicado la mayor parte de su carrera al estudio de Russell, en particular al desarrollo de la obra filosófica de Russell. Griffin es Director del Centro de Investigación Bertrand Russell, y ha supervisado la edición y publicación de los documentos recopilados de Russell. A lo largo de su carrera, Griffin ha trabajado con los Archivos Russell en McMaster, un sorprendente recurso histórico que abarca 40.000 de las cartas de Russell, manuscritos originales, objetos y materiales.

El siguiente texto surgió de una entrevista dirigida por Sylvia Nickerson (SN) con el profesor Griffin (NG) sobre las opiniones de Russell relacionadas con ciencia y religión:

SN: ¿Cuál es el trabajo más importante de Russell sobre la religión? ¿Puede describir el punto de vista sobre la religión que Russell defiende en este trabajo?

NG: Desde un punto de vista filosófico tendría que decir que su trabajo más importante sobre la religión fue “Sobre el denotar”, su teoría de las descripciones definitivas. La razón de ello es que es su única contribución realmente original, aunque indirectamente, a la filosofía de la religión. Su impacto en la religión tiene que ver con el argumento ontológico de la existencia de Dios, un argumento tradicional de los tiempos medievales, que Kant había atacado célebremente diciendo que dependía de ver la existencia como un predicado cuando en realidad la existencia no era un predicado. Lo que Russell hizo en ese documento fue proporcionar la forma estándar [dentro de la lógica moderna] que tenemos ahora de entender lo que es la existencia si no es un predicado.

El argumento ontológico dice algo así. Dios es el ser más grande concebible. Concebir un ser como si tuviera existencia, es concebir un ser más grande que concebir un ser que tiene todas las mismas propiedades pero que carece de existencia. Por lo, tanto Dios, si puede ser concebido, debe existir, porque entonces sería el ser más grande, y el ser más grande tendría que tener la propiedad de la existencia por encima de todos los demás.

Obviamente hay algún subterfugio y artimaña, algo ha salido mal con ese argumento, porque por la misma razón se puede probar que hubo un gran conejo. Sería el conejo que tuviera todas las perfecciones de conejo, y entonces tendría que tener la existencia por encima. Pero no estaba claro lo que era incorrecto hasta que llegó Kant. Kant dijo que trata la existencia como si fuera una propiedad más, como todas las demás, cuando en realidad la propiedad de la existencia es muy diferente. Russell en “Sobre el denotar” explicó esa diferencia mostrando cómo la existencia debía ser expresada por cuantificadores en lugar de por expresiones de propiedades o predicados.

Esa es la respuesta filosófica. Esa es la única contribución original de Russell a la filosofía de la religión.

Religión y Ciencia fue probablemente su mejor trabajo en esta área, porque fue el más extendido y considerado. Pero no fue el más influyente, porque casi nunca fue reimpreso. Los trabajos que tuvieron más influencia fueron los ensayos que se incluyeron en Por qué no soy cristiano (Why I Am Not A Christian), que fue publicado en 1957. Muchos de esos ensayos se imprimieron y reeditaron en varias colecciones durante mucho tiempo y tuvieron mucha influencia. Creo que su influencia fue preservar la tradición del siglo XIX de libre pensamiento a través del siglo XX. No hay mucho que sea en realidad muy moderno en ellos. No aborda los movimientos de la teología del siglo XX, como la desmitificación o la teología existencial. Ataca la teología tradicional, y lo hace con argumentos que son en gran parte tradicionales.

SN: El artículo de Wikipedia sobre Russell describe su punto de vista sobre la religión como agnóstico o ateo, concluyendo: “Durante la mayor parte de su vida como adulto, Russell sostuvo que la religión es poco más que una superstición y, a pesar de cualquier efecto positivo que la religión pueda tener, es en gran medida perjudicial para la gente. Creía que la religión y la perspectiva religiosa sirven para impedir el conocimiento y fomentar el miedo y la dependencia, y son responsables de gran parte de las guerras, la opresión y la miseria de nuestro mundo”. ¿Es este un resumen correcto de su actitud hacia la religión, en su opinión?

NG: Creo que es bastante preciso.

Con frecuencia se le preguntaba si era agnóstico o ateo. Hay muchas cartas en el archivo en las que la gente le escribe para hacerle esta pregunta, y en sus respuestas suele decir que es agnóstico. Creo que la razón de eso fue que tenía muy altos estándares de conocimiento. El ateo sería alguien que afirma saber que no hay Dios. Eso para Russell requeriría una prueba. Siempre dijo que negaba que pudiera probar que Dios no existía, pero pensaba que no había ninguna prueba que apoyara la idea de que Dios sí existía.

Russell pensaba que la religión era responsable de una gran cantidad de daños. Él era muy consciente de las guerras religiosas históricas, era muy consciente de la opresión religiosa, de los horrores de la inquisición y de los horrores continuos de la opresión religiosa en la vida cotidiana. Vivió en las décadas de los años 20 y 30 cuando la religión estaba en retirada, pero todavía tenía un control muy importante en la vida de las personas, especialmente en los asuntos de moralidad sexual que le preocupaban.

Sus argumentos respecto a la religión son un poco diferentes a los del siglo XIX. Los argumentos del siglo XIX contra la religión tendían a cuestionarla por razones científicas, pero dicen sin embargo que la moralidad religiosa era crucial, era realmente importante, y sólo porque Dios no existiera no significa que no debamos comportarnos como cristianos. Russell, por otro lado, pensó que sería mejor que no nos comportáramos como cristianos. Eso nos haría más afables los unos con los otros, menos intolerantes, menos críticos y menos opresivos.

Por otra parte, pensaba que había algo a lo que a veces él se refería como una actitud religiosa hacia el mundo que sí valoraba. Eso surgió alrededor de 1910, 1911, cuando comenzó a considerar la idea de una religión sin creencias. No era el único en esa época que se interesaba por una religión sin creencias. Tolstoi se estaba moviendo en esa dirección. Era una especie de tendencia.

Russell continuo con su papel de activista politico hasta que tuvo mas de ochenta anos. Acqui esta representado (debajo de la bandera, con su esposa Edith a la derecha) en una marcha por el desarme nuclear en la “Vigilia del dia de Hiroshima, 6 de agosto de 1961”. Despues de la marcha y del discurso que pronuncio ese dia, Russell y Edit estuvieron siete dias en prison por negarse a mantener la paz. (Imagen cortesia de McMaster University Libraries.)

Las creencias asociadas con la religión se habían vuelto intolerables. Pero se pensaba que si se retiraban las creencias de la religión se quedaba con una actitud religiosa hacia las cosas. Russell pensaba que eso era algo bueno. No estaba asociado con las religiones organizadas o con las iglesias, y evidentemente no con ninguna doctrina específica. Sino como una actitud hacia el mundo, una actitud de reverencia y asombro, y un sentido de finitud humana, de pequeñez y fragilidad contra el universo, eso era algo que valoraba, pero que se pensaba que era difícil de lograr sin algo como la religión. Si tienes las creencias religiosas, es mucho más fácil tomar esa actitud hacia el mundo. Si no las tienes, debes encontrar otra fuente para ello. Los ensayos en los que encuentras estos puntos de vista son “La esencia de la religión” (1912) y “Misticismo y Lógica” (1917).

SN: En el libro de Russell de 1935, Religión y Ciencia, Russell tiene un problema para prescindir de la religión por completo debido a que se enfrenta a la construcción de un código ético secular para controlar la ciencia. ¿Puede describir el papel que Russell previó para el gobierno de la ciencia dentro de su punto de vista de una sociedad secular?NG: La pregunta sobre la sociedad y la ética y la ciencia, es una relación confusa. A Russell le preocupaba mucho lo que la ciencia podía hacer en manos incorrectas. También fue durante la mayor parte de su carrera un no cognitivista sobre cuestiones morales. Su actitud varió un poco y lo estoy simplificando, pero se podría decir que opinaba que los juicios morales no atribuían propiedades a las acciones. Si juzgas una acción como correcta o incorrecta, no dirías que tenía alguna propiedad o característica, más bien la estabas condenando o elogiando. Era un punto de vista expresionista. Esto le dio algunos problemas ya que tenía convicciones morales muy sólidas sobre todo tipo de cosas. Le resultaba muy difícil creer que lo único que se podía decir contra algunos de los males del mundo era que los desaprobaba. El expresionismo no era una posición moral muy deseable. Pero al menos podemos decir que Russell nunca dejó que restringiera su expresión de sentimientos morales, lo cual hizo de forma frecuente.

Encontró un problema especial con la sociedad y la ciencia debido a la dificultad de instituir un control democrático. Era un demócrata liberal, creía que en general los gobiernos debían estar sujetos a un control democrático, y que el control democrático sería en general algo bueno, aunque reconocía casos en los que no lo sería, cuando el público se viera arrastrado por el entusiasmo de las guerras y las persecuciones en los estados democráticos. Pero pensaba que en general, aunque la democracia no era perfecta, era mejor que las alternativas. La dificultad para él con la ciencia era que mientras la democracia podía ser un control eficaz, no era necesariamente el mejor control. La razón de esto es que la gente no estaba lo suficientemente bien informada sobre los temas científicos que tenían lugar en la gestión de la ciencia. De poco serviría tener un referéndum sobre si el Proyecto del Genoma Humano, por ejemplo, valdría la pena emprenderlo. Por lo que el papel democrático habitual para controlar las empresas sociales no era necesariamente bueno para controlar la ciencia. Eso le dejó con el dilema de cómo debería controlarse la ciencia, y cómo debería orientarse hacia fines públicos.

SN: ¿Qué influencia, en su opinión, tuvo Russell en Gran Bretaña y en todo el mundo, a través de sus escritos populares, sus apariciones en los medios de comunicación y la cobertura de la prensa, respecto a sus opiniones sobre la religión?

NG: Bueno, tuvo una gran influencia en las opiniones de todo tipo de personas, incluida yo misma. “Por qué no soy cristiano” fue una de las obras que leí en la escuela y de la que obtuve gran valor. Gran Bretaña era un lugar con una religión establecida y teníamos rezos cada día en la escuela, la escuela era una organización bastante religiosa. De alguna forma Russell mantuvo la presión sobre ello. El libre pensamiento había comenzado como un movimiento popular en tiempos victorianos; Russell era muy consciente de este movimiento, le influyó cuando crecía, y continuó esta influencia escribiendo panfletos. Cuando yo era joven en Gran Bretaña era fácil encontrar copias de sus panfletos que todavía se vendían por parte de varias organizaciones seculares en Gran Bretaña, los Humanistas, la Sociedad Nacional Secular, la Asociación de Prensa Racionalista, todos ellos tenían a mano textos de Russell que distribuían. Así que fue bastante influyente al respecto. En varios otros movimientos que estaban asociados con el declive del control religioso de la vida social y moral, la reforma secular por ejemplo. Fue un acérrimo defensor de cosas como el control de la natalidad. No estaba involucrado en los movimientos para legalizar el aborto, pero sí en la reforma de la ley sobre homosexualidad. Que si bien no eran en sí mismos temas religiosos, el otro lado tendía a ser apoyado por los movimientos religiosos. Así que tuvo un papel importante en la secularización de la sociedad británica durante el siglo XX, tanto por escrito como por radio y televisión. Habló de estas cosas en la televisión y fue muy posiblemente el ateo o agnóstico más conocido de Gran Bretaña durante gran parte del siglo XX.

SN: ¿Tiene alguna otra idea que quiera compartir sobre la importancia de Russell para el cambio de nuestras actitudes sobre la ciencia y la religión a lo largo del siglo XX?

NG: Las actitudes de Russell hacia la religión son bastante claras. Sin embargo, sus actitudes hacia la ciencia son muy complicadas y merecen más estudio. Hay un libro que espera ser escrito sobre ese tema, creo.

La entrevista completa con el Profesor Griffin aparece en el número de otoño de 2015 del Bertrand Russell Society Bulletin, una copia de la misma puede encontrarla aquí. La transcripción completa analiza la concepción de Russell sobre el científico, el control gubernamental de la ciencia y la filosofía de las matemáticas de Russell.

Sylvia Nickerson es una conferenciante especializada en historia de las matemáticas en la Universidad de Toronto. Anteriormente trabajó en el proyecto editorial The Correspondence of John Tyndall y en el proyecto multidiciplinar Science and Religion: Exploring the Spectrum como investigadora postdoctoral en historia de la ciencia en la Universidad de York de 2014 a 2017.

Esta publicación fue traducida al español del texto original en inglés. Si lee algún error o desea darnos su opinión sobre esta traducción, contáctenos aquí: https://scienceandbeliefinsociety.org/contact-us/