HISTORIAS DE EVOLUCIÓN REVELATORIA Y DE CREACIÓN COSMOLÓGICA: CUANDO LA CIENCIA SE PRESENTA COMO UNA RELIGIÓN

Por Will Mason-Wilkes

Cuando te sientas a ver un documental científico probablemente esperas aprender algo sobre la ciencia. Puede que incluso esperes obtener algunos datos para impresionar a tus colegas en la oficina o a tus amigos en el bar. Sin embargo, junto con estas pequeñas dosis de conocimiento, un programa sobre ciencia también presenta una imagen de la ciencia. Esta imagen es producto de la forma en que se habla de ciencia en el programa y sugiere algo más relevante acerca de cómo se produce el conocimiento científico y sobre el estatus o la calidad de este conocimiento. Mi investigación se ha centrado en estas imágenes o representaciones de la ciencia en programas de no ficción, y sostengo que en algunos programas la ciencia se presenta de una manera que hace que parezca una religión.

Al igual que nuestra comprensión de la mayoría de cosas de este mundo, nuestra comprensión de la ciencia y de los científicos está en gran medida moldeada por la forma en que estis están representados en los medios de comunicación. La gran mayoría de la gente no es científica, y  al terminar la escuela, la mayor parte de su conocimiento y comprensión de la ciencia se forma a partir de las  representaciones que transmiten los medios de comunicación. La forma en que se representa la ciencia en los programas de no ficción es particularmente importante porque los espectadores contemplan estos programas creyendo (más que cuando ven un programa de ficción) que lo que están viendo es una imagen fiel de la ciencia. Simplificando, es probable que nos tomemos mucho más en serio la representación de la ciencia en un episodio del documental de la BBC llamado Horizon que en la presentada en Star Trek. Sin embargo, los programas de no ficción solo pueden proporcionar una representación parcial de la ciencia. Un documental nunca puede decir toda la verdad, tiene que adoptar una determinada perspectiva sobre la realidad, y condensar esa realidad desordenada en un programa de una hora de duración. Esto significa que es muy importante entender los aspectos de la ciencia en los que los programas de no ficción optan por centrarse.

La imagen de la ciencia que presenta un programa es un producto de cómo se habla de ciencia en el programa, lo que se presenta visualmente junto con la explicación y qué otros sonidos (música, efectos especiales, etc.) lo complementan. Estos tres elementos pueden crear, en combinación, impresiones muy diferentes de la ciencia. En los programas emitidos por la misma cadena, incluso en el mismo canal, la forma diferente en que se combinan los elementos narrativos, visuales y de la banda sonora, puede dar lugar a representaciones totalmente diferentes de la ciencia. En los dos programas que he analizado, Bang! Goes the Theory y Wonders of Life, ambos emitidos por primera vez en la BBC en 2013, me pareció que Bang presentaba una imagen muy secular de la ciencia, mientras que Wonders presentaba la ciencia más como una religión.

Representar la ciencia como una religión supone atribuir características concretas a la ciencia y al conocimiento científico. En “Wonders” el conocimiento científico se presenta como algo seguro. Hay poca o prácticamente ninguna indicación de que los conocimientos científicos puedan ser incorrectos, incompletos o que vayan a ser cambiados o adaptados con el tiempo. De esta manera la ciencia se presenta como dogmática, se establece un núcleo de creencias en bruto, inmutable o inalterable. Este núcleo de creencias forma el material a partir del cual se construye una narrativa de creación definitiva (que suele incluir el “big-bang” y la evolución). Esta historia de la creación es completa y lo abarca todo, desde el principio de los tiempos hasta el día de hoy. No se alude a ninguna teoría científica alternativa. Lo importante es que esta narrativa de la creación sitúa a la humanidad en la cúspide de la creación; nuestra conciencia, y el conocimiento científico que hemos producido con nuestras mentes conscientes, significa que somos la cosa más significativa del universo.

La forma en que se cuenta esta historia en “Wonders“, a través de un atractivo guión, imágenes épicas y una banda sonora vibrante, aumenta su impacto. Las secuencias visuales presentadas junto con la voz en off que describe la narrativa de la creación científica ilustran la historia. El nacimiento del universo se muestra utilizando imágenes fantásticas generadas por ordenador, intercaladas con imágenes de la vida salvaje en todas sus diversas formas, conectando visualmente los seres vivos en una gran historia de la creación. El impacto emocional de esta historia, su capacidad para generar momentos de trascendencia en la audiencia, que proporcionan un sentido del significado, se intensifica mediante el uso de música con resonancia emocional, composiciones orquestales y corales que se intensifican y van en crescendo a medida que se cuenta la historia. Esto contrasta directamente con la representación secular de la ciencia, como la representada en “Bang“, en la que se muestra que el conocimiento científico es incompleto, provisional y abierto al cambio y a la revisión, y no se menciona una historia de creación global.

En este clip Liz Bonin visita el London Chest Hospital (Hospital del Tórax de Londres) para hablar de los avances en el uso de células madre para tratar enfermedades cardiovasculares. Se muestra que el conocimiento científico está en constante desarrollo, pero también es inherentemente incierto. El equipo de alta tecnología utilizado por los especialistas ha demostrado que es necesario para llevar a cabo los procedimientos científicos.

La forma en que se demuestra cómo se produce el conocimiento científico también define una representación como secular o religiosa. Cuando se representa como una religión, el conocimiento científico se presenta como algo producido fácilmente por cualquier persona, con un mínimo de habilidad o pericia requerida. Solamente el deseo de saber, y algunas herramientas domésticas, pueden revelar verdades fundamentales sobre el universo. En lugar de ser el producto de un trabajo especializado, realizado por miembros de comunidades de expertos, que negocian y definen la verdad de su trabajo experimental mediante procesos sociales (como en la representación secular), el conocimiento científico se revela de forma simple y fácilmente por un mundo natural complaciente cuando se presenta como una religión. 

Este tipo de representación se refuerza a través de elementos visuales utilizados en “Wonders“. No se verán equipos de alta tecnología o equipos de científicos trabajando en laboratorios cuando la ciencia se presenta como una religión; esto indicaría que se necesita un equipo especializado y una comunidad de expertos que sepan cómo usar este equipo para producir conocimiento científico. En cambio, el conocimiento científico se representa como algo que puede ser producido en cualquier lugar, por cualquier persona, usando casi cualquier cosa, ya sea en un desierto con una pecera o en un bar en la selva con un poco de vodka y líquido de lavavajillas.

Representar la ciencia como una religión es problemático por varias razones. Una de ellas es que es inexacto. Los procesos científicos no pueden llevarse a cabo por nadie, el conocimiento que estos procesos producen no es seguro y no pueden proporcionar una narración definitiva de la creación a través de la cual el mundo se haga significativo. El conocimiento científico lo producen expertos que utilizan técnicas adquiridas a lo largo de largas carreras, y el conocimiento producido se negocia comunalmente y solo es provisional. Sin embargo, la inexactitud de la representación religiosa tiene algunas consecuencias potencialmente más graves para las sociedades democráticas. Si la gente entiende que la ciencia es algo cierto y perfecto, entonces no le pedirá explicaciones apropiadas ni se comprometerá de manera que pueda ayudar al desarrollo tanto de la ciencia como de la sociedad. Para que una sociedad democrática funcione correctamente, la ciencia debe ser entendida de una manera que se asemeje más a su representación secular. La ciencia entendida como un esfuerzo fundamentalmente humano, provisional, pero especializado, puede ser examinada adecuadamente, pero también respetada, en lugar de ser aceptada a ciegas por la fe.

Will Mason-Wilkes es un investigador de la Universidad de Birmingham. Su doctorado se titula: Science as Religion? Communication and Elective Modernism. Si deseas más información, consulta su perfil de investigación.

Sigue a Will en Twitter: @WillMasonWilkes


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